Historia de nuestra identidad

Era momento de cambiar, de evolucionar, de crecer y continuar haciendo lo que nos gusta pero incorporando la experiencia que nos han dado todos estos años.

Para ello recurrimos a madeinyöu, teníamos claro por dónde queríamos ir pero necesitábamos una nueva imagen que nos hiciera dar el salto. En esa primera reunión hablamos de muchas cosas entre una energía que inspiraba, nos movía y nos ilusionaba.

Nos preguntaron acerca de nuestro origen y de dónde sacabamos la fuerza. Casi sin pensarlo Antonio y María Luz, nuestros padres, gallegos, fueron los protagonistas de aquel final de reunión.

Estaba claro que Galicia sería parte importante, allí fue donde empezó todo y así fue como madeinyöu empezó a recorrer tierras celtas buscando algún símbolo que nos representase en el futuro. Simbolizando el momento de expansión que estamos viviendo, sin olvidar que es un proyecto que integra el mundo de la repostería con el de la celebración y momentos para compartir.

Y bajo esas premisas llegaron los PETROGLIFOS, grabados en piedra muy abundantes en Galicia. Concretamente uno, ubicado en LAXE DAS RODAS.

El grabado consiste en un espiral que gira hacia la derecha y otro más pequeña que gira hacia la izquierda; ambas tienen un surco radial. El conjunto de las dos espirales se encuentran rodeadas de 65 pequeñas cazoletas, conocidas en Galicia como coviñas.

Se ha interpretado como un calendario lunar y solar, una altar de ofrendas para promover buenas cosechas, hay quienes lo interpretan como un “conjunto mágico – astrológico “en el que la luna es la protagonista, la luna como símbolo de crecimiento, nacimiento, muerte y capacidad de regeneración. En la parte inferior izquierda del petroglifo se representa un caballo con un sol y una luna, símbolo de fuerza, poder y sabiduría.

Y así nacía la nueva imagen de Así de dulce, un logo con un cierto halo de misterio que nos define.

• Espirales como símbolo de expansión y evolución desde nuestro centro.
• Dos mundos, dos ideas, que giran en un eje, que se retroalimentan.
• La fuerza y las ganas de perfeccionar nuestro trabajo constantemente.
• El calendario, que nos marca las distintas épocas del año, muy relacionado con las celebraciones.
• El nacimiento, el crecimiento, la muerte y la capacidad de regeneración, en definitiva el cambio y nuestra filosofía de vida y trabajo.